Junio 18 de 2004


Señor Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez,
Comandante del estado Mayor Conjunto General Freddy Padilla Leòn
Señor ex-general Jorge Enrique Rangel Mora
Con copia a la opinión pública


Radico1 este derecho de petición para solicitarles humildemente respuesta de fondo al derecho de petición que radiqué el 27 de Enero de 2004 (número de radicado 246021), que complemento en este escrito. Publicaré este escrito así como la respuesta que puedan darle en http://www.geocities.com/v-tamara/cartas.

Agradezco la respuesta que recibí el 3 de Junio de 2004 (55901/CGFM-AL-723) que anexaba copias de dos respuesta anteriores, las cuales no había recibido (32944 CGFM-EMCD5-ACO-510 y 31062 JEMC-EMCD5-ACO-539), ya publiqué estas respuesta en:

http://www.geocities.com/v-tamara/cartas/rueda-cacarica/resp-padilla-3-jun-2004.txt

Infortundamente no obtuve respuesta de fondo en ninguna de las tres, y en la respuesta me indican complementar el derecho de petición argumentando:

``el objeto de la peticiòn no se refiere a que es lo que solicita el peticionario sino con que fin, para que requiere lo pretendido a través del Derecho de Petición, si es en interés general o particular, si implica reclamación, en aras de un litigio, o actuación para obtener determinado reconocimiento, autorización, medio probatorio, etc.''

El fin principal de mi petición es que digamos la verdad, es lograr una rectificación de la información falsa que se transmitió en la rueda de prensa precedida por le ex-general Jorge Enrique Rangel Mora el 21 de Agosto de 2003 en contra del proceso CAVIDA y de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz.

Requiero lo pretendido porque considero que los colombianos tenemos derecho a la verdad, a que la información suministrada por funcionarios públicos sea acorde con la realidad, mi interés es general pues no es la primera vez que envio una comunicación solicitando rectificación de información divulgada por funcionarios públicos en medios masivos (ver por ejemplo http://www.geocities.com/v-tamara/cartas/uvelez-26feb2003.txt) y también particular por el proceso CAVIDA y por la Comisión Intereclesial de Justicia Paz cuyo trabajo (que hasta el momento he encontrado y confirmado legal y acorde en gran medida con la construcción del Reino de Dios) está siendo obstaculizado por la información falsa difundida en la citada rueda de prensa, y las acciones que de esta se han derivado: judicialización, militarización de zonas humanitarias. Con este fin no he iniciado ni estoy participando en proceso judicial alguno. Me preocupa la renuencia a dar respuesta de fondo a mis derechos de petición y comunicados y me aflige las condiciones en las que están las personas de CAVIDA de Justicia y Paz a causa de la falta de verdad.

Escribo al señor presidente y al comandante del estado mayor conjunto porque personas de CAVIDA están cubiertas por medidas cautelares de la CIDH, y tal como lo expresa la sentencia T-327 de 2004 de la Corte Constitucional, es el Estado Colombiano en cabeza del presidente y de sus máximas autoridades, responsable de dar cumplimiento a tales medidas.

Escribo con copia al ex-general Rangel Mora porque al encabezar la citada rueda de prensa es, en mi humilde opinión, responable visible de la información ampliamente difundida por todos los medios masivos.

Gracias a Dios y a la ayuda de varias personas me fue posible visitar las zonas humanitarias Esperanza en Dios y Nueva Vida entre Mayo 10 y Mayo 18 de este año, como tuve la oportunidad de informarle el 18 de Mayo al señor Daniel Alejandro Rojas, Defensor Comunitario del Cacarica delegado por la Defensoría del Pueblo seccional Uraba. Aunque nos encontramos en Turbo, puede ver su oficina en Esperanza en Dios de donde había salido justo el día en que yo llegué a esa zona humanitaria, como me informaron los habitantes de Esperanza en Dios.

Para mi visita no requerí autorización alguna, ni para entrar, ni para salir, pienso que las personas que me brindaron información y ayuda para llegar (personas que he podido conocer sólo hasta este año), lo hicieron por algo de confianza que tal vez les ha inspirado mi trabajo y las comunicaciones que he escrito al gobierno y que preceden a este. Las personas de CAVIDA al verme llegar con personas que conocen me dieron la bienvenida y me permitieron convivir, alabar a Dios2 y aprender con ellos. No presencié dificultad alguna para que los habitantes de estas zonas humanitaras entraran o salieran en momento alguno (de hecho hasta los niños salen y entran frecuentemente buscando caña para chupar o a bañarse en el rio).

Efectivamente hay un alambrado que rodea cada una de las zonas humanitarias, que pretende evitar el ingreso de actores armados, pero como los habitantes de las zonas humanitarias me dijeron, este es insuficiente pues los militares asentados desde el 16 de Mayo de 2003 junto a Esperanza en Dios han violado este muro simbólico, al que llamaré Malla de la Vida, como lo hacen los habitantes de estas zonas humanitarias.

También tuve la oportunidad de acompañar a algunas familias y personas de ambas zonas a sus cultivos y huertas ubicadas fuera de las zonas humanitarias, y gracias a Dios pude aprender de ellos un poquito de la siembra de arroz y de huertas caseras.

Varios habitantes de esta comunidad me confirmaron que el señor Adán Quinto no vive en ninguna de las zonas humanitarias desde hace varios años, sino en Turbo. Desde 1999 el señor Adán Quinto no representa a CAVIDA ni a estas zonas humanitarias de forma alguna3.

Conocí misioneros laicos y religiosos de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz que acompañan este proceso con precencia permanente en las zonas humanitarias y con su ayuda por ejemplo en el colegio. Encuentro admirable que estas personas entregen su tiempo y privilegios para acompañar este proceso, creo, siguiendo los pasos de Jesús. Hasta ahora tampoco he encontrado información falsa en los escritos que he leido de esta Comisión y por el contrario cada vez confirmo más y en persona la veracidad de sus denuncias. Por eso me he atrevido a establecer un fondo independiente para ayudar a financiar su judicialización, iniciada tras la rueda de prensa del 21 de Agosto de 2003:

http://www.geocities.com/v-tamara/justicia/fondo_jyp_2003.html

Así mismo conocí personas de Brigadas Internacionales de Paz que acompañana este proceso, y por cuya labor profeso un gran respeto.

Con respecto a la presencia del Estado en estas zonas, además de haberme entrevistado con el delegado de la defensoría del pueblo, pude hablar con una funcionaria del ICBF que estuvo varios días evaluando el programa de madres comunitarias que funciona en ambas zonas. También tuve la oportunidad de ver un vídeo de la elección del representante del Consejo Mayor que se realizó en Abril de este año en Nueva Vida con la presencia de diversos funcionarios del gobierno e infortunadamente de paramilitares según testimonio de habitantes4.

Fue infortunado para mí escuchar de boca de los niños, niñas, jovenes y adultos del colegio y de la escuela, confirmación de los abusos de autoridad que ha ejercido el ejercito desde su llegada a estos territorios el 13 de Mayo de 2003 al mando del comandante Florez, incumpliendo acuerdos previos con el gobierno y además: Una estudiante me dijo que un comandante de los que se asentaron había dicho que sabían que no eran guerrilleron pero que venían a acabar con ese proceso.

Durante mi estancia escuché de un testigo, como un soldado de los que estaban asentados en Esperanza en Dios, ahora en Biajo, abusó de su autoridad para amedrentar a habitantes de Biajo. Posiblemente bajo influencia de marihuana, hirió a un teniente, unos días después disparo a un habitante de Biajo y después se disparó a si mismo. Puede verse información más amplia en: http://www.etniasdecolombia.org/periodico_detalle.asp?cid=1781

Además de respuesta de fondo al derecho de petición que cité al comienzo, solicito humildemente se me informé que medidas especiales ha implementado el gobierno para evitar que se repitan violaciones a derechos humanos de los habitantes de estas zonas por parte de la fuerza pública, dando cumplimiento a las medidas cautelares que favorecen a habitantes de esta comunidad desde 1997. En mi humilde opinión para evitar los abusos de autoridad y asesinatos que la fuerza pública ha cometido (tanto en el pasado aportando muertes a los 85 como en el presente), sería mejor retirarlos de esta zona y más bien fortalecer la presencia de entidades civiles y sociales como la Defensoría del Pueblo, la Procuraduria, el Instituo Colombiano de Bienestar Familiar y otros entes que los habitantes de estas zonas soliciten. Así mismo solicito humildemente se de tramite a la aprobación del proyecto de etnoeducación.

También confirmo que no vi a nadie portando armas, ni hablando a favor de la guerrilla o de organización armada alguna y por el contrario en todos sentí consistencia con sus principios: libertad, justicia, fraternidad, solidaridad, verdad y en la gran mayoría un conocimiento y práctica sincera de la palabra de Dios.

Por último deseo informar que la información falsa y el clima de inseguridad para quienes queremos buscar la verdad, me ha afectado laboralmente: Acudiendo a mi fe en Jesús, deseo recordar con humildad que debemos dar y buscar RESPETO y VERDAD.

Un colombiano que quiere la paz de Dios 1cm Vladimir Támara Patiño (C.C. xxx de Bogotá)





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Radico de acuerdo al artículo 23 de la Constitución Política y al artículo 5 del Código Contencioso Administrativo en Departamento Administrativo de la Presidencia.
2
Además de orar con algunos habitantes de estas zonas que pertenecen o representan a la iglesia católica, asistí varios días a culto en la sede de la iglesia cristiana Interamericana.
3
Aunque recientemente y valiendose de métodos de los cuales tengo serias dudas, logró quedar como representante del Consejo Comunitario Mayor Cuenca del Río Cacarica.
4
Una estudiante del colegio relató que una persona que había sido torturada pr paramilitares en el 2002 reconoció a un torturador entre quienes llegaron junto con Adán Quinto y los funcionarios del gobierno en Abril.

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